The Mountain People – The Nothingness

Después de un largo silencio desde el otoño de 2023, The Mountain People regresan con fuerza y precisión quirúrgica con su primer vinilo del año: “The Nothingness”. Este 12" encapsula lo que mejor saben hacer: house depurado, elegante y con alma, pensado para quienes saben leer la pista sin perder el control de su propio tempo. Aquí no hay exageraciones, solo una exploración paciente y refinada de la tensión y el groove, diseñada para momentos de claridad mental en la cabina o durante esos sets introspectivos donde cada detalle cuenta.

El lado A se divide en dos cortes profundamente contrastantes pero conectados por una estética común. “I Kid You Not” abre el disco con una cadencia contenida y melodías que flotan como pensamientos tenues en una mente en calma. Las percusiones juegan con el espacio y nunca invaden, dejando respirar al silencio entre bombos y pads. No se trata de hacer estallar la pista, sino de construir una atmósfera en la que el cuerpo se relaje y el oído se agudice.

Le sigue “Up The River”, que introduce una narrativa más tambaleante. Aquí los bombos suben y bajan como mareas, sostenidos por hi-hats brillantes que chispean con intención. Hay algo hipnótico en esta estructura errática pero controlada, perfecta para esas transiciones inesperadas que hacen que el público abra los ojos en medio de la madrugada.

Pero es en el lado B donde el disco revela su alma. “The Nothingness” ocupa toda la cara con un viaje dub house de largo aliento, estilizado y casi líquido. Los sintes se estiran como ecos visuales, dejando estelas fluorescentes en el espacio sonoro. Es un track que no exige, pero que domina. Ideal para cuando el momento se vuelve etéreo, cuando el ritmo ya no necesita explicación.

“The Nothingness” no es un disco para impactar a primera escucha: es una herramienta sutil, con inteligencia y paciencia, para quienes entienden que el verdadero poder está en el detalle. Una entrega obligada del catálogo Mountain People que confirma, una vez más, por qué Andre Schmid sigue marcando diferencia desde su esquina del house contemporáneo.